Alejandra Pizarnik

Nació en Buenos Aires en 1936, a los 20 años publicó sus primeros poemas. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Buenos Aires y, mas tarde, pintura con Juan Batlle Planas. Vivió en Paris en la década del ´60, entabló amistad con Julio Cortázar y Octavio Paz. De regreso a Buenos Aires siguió con la escritura. Se suicidó el 25 de septiembre de 1972.

Pizarnik es una escritora que admiro, siempre escribió poesía y en su prosa también hay poesía.
Acá dejo el fragmento del capítulo II (humor) que sale en el libro Prosa completa.
La mayoría de estos textos corresponden a hojas mecanografiadas.

En Albama de Heraclítoris.
— Para última — pam-pam y también bang-bang — a los que creían perros atorrantes en las casillas prefabricadas de su mente y que son los que cuando se desparten para ir a mirar el partenón organizan las formas acres de sus boquitas en formas de culo de gallinas.

—Aliverde, esta noche te agarra el presidente de la sociedad internacional de hombres de la bolsa. ¡ Oh, porquería del color de la monótona esperanza!

Zacarías jugaba al rengo con la Marquesa de Villeparisis, la cual, acuchillada, obligaba a pensar en un viejo que, sentado solitario frente a un espejo, se brula de la silla.

— Nicomaquino, no comas con la boca abierta, ¿qué va a decir Emmanuel Kant? — dijo Tote con el corazón destrozado.
Con los tristes restos de lo que fue un corazón, se sentó junto a Chú.
—Por lo menos Vd. es culto — dijo María Escolástica.
Como el chino universal no respondiera, Tote mirase la culi-ilícita careta del Chú. Horas después, con gestos de autómata iluminada, se autolió en la entrepierna del medio.

— ¿Por esta pavada ponía Vd. cara de pastilla de menta?
— Gracias a Vd. , Madame, quisiera regresar lo morfado, lo cojido y cabalgado.
— ¿Por qué? — preguntó la madrina de McLuhan.
— ¿No comprende la relación la relación entre cánula y la teoría de la comunicación?
— No niego que lo que aquí se huele no es inferior a la mierda — dijo la ñ.
— En efecto. A la mierda — corroboró.
— Amiel no erró — Tótele.
— A la mielda velde, cuchillo de pelos — dijo Jean Pedritoné, comediante, mátrir y sastre.

Conmovida, la coja se le acercó con un plato de papita.
Entonces, Borges, alcé mi patita munido de un puñalito.

— Espichó, espiroqueteó y parece el maestro de Ho — dijo nuestro héroe sacándose los guantes.
— Y qué — dijo Flor de Chuk — hay un gil con un ojo revuelto que quiere escribir un libro para que no te amuren la percha. El coso dice que la culpa de tu crimen es de la sociedad puesto que ella te dio a luz huérfano, periquito y pobre, o sea te jodió ad jod.

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